Vamos a aprender a respirar. Es muy importante saber regular y gestionar nuestros miedos, frustraciones, ansiedades, enojos…

Las emociones se sienten y aparecen porque tienen que aparecer. Si aprendemos a gestionarlas, conseguiremos tolerar mejor aquellas situaciones  que las generan.

En este corto, se nos muestra una estrategia muy buena para volver a la calma y poder cambiar las sensaciones en otras que nos hagan sentir mejor. Esta estrategia es RESPIRAR.

Enseñar y aprender estrategias de gestión emocional como la respiración, la evocación de imágenes agradables o la relajación a través de la música, posturas… Nos ayudará a estar sanos emocionalmente, a mantener los niveles de cortisol adecuados y a sentirnos en equilibrio, lo cual es favorable para cuerpo ymente.

Animaos a verlo y disfrutarlo en familia. RESPIRAAAAAAAAAAR

REFLEXIÓN TRAS EL VISIONADO

  • ¿Qué le ocurría al niño?
  • ¿Qué emociones tenía?
  • ¿Qué trucos le enseñó su madre para que no se sintiera así?
  • ¿En qué otras situaciones has sentido tú esas emociones?
  • ¿Sabes lo que es regularse?
  • ¿Qué haces para transformar esas emociones? ¿Qué trucos utilizas?

 

ACTIVIDAD

-Atrévete a realizar estos ejercicios de respiración.

-Juegos de relajación que aparecen en el cuento

  1. El barquito de papel: Haz un barquito de papel*. Túmbate y colócalo en tu barriga. Toma aire por la nariz, inspira e intenta que suba el barquito de papel que está en tu tripa. Al exhalar, también por la nariz, notarás como el barquito de papel desciende y vuelve a su posición inicial. Imagina que tu barriga es el mar y que el barquito navega por él, subiendo y bajando las olas que tú creas con tu respiración. *(En este enlace puede encontrar, cómo hacer tu propio barquito de papel.
  2. Inflar globos: Consiste en hacer como si estuvieras hinchando un globo imaginario. Despacito coges aire por la nariz y al espirar lo haces por la boca, como si estuvieras inflando tu globo imaginario, y con tus manos vas indicando cómo de grande se va haciendo. Inspiras por la nariz y al exhalar el globo se va haciendo más grande. En cada respiración el globo se hace más y más grande hasta que el globo explota.
  3. Oler las rosas: Imagina que tienes en tus manos un ramo de rosas. Inspiras (coges aire) y haces como si olieras su perfume. Retienes un momento la inspiración. Y después espiras (sueltas el aire) muy, muy despacito, tardando el doble que en la inspiración.
  4. Lanzar el cohete: Coloca tus manos enfrente de tu pecho con las palmas boca abajo. Imagina que son un cohete a punto de despegar. Junta las palmas de las manos, inspira y mientras retienes la respiración (cuentas hasta 5 sin respirar), vas subiendo las manos por el centro hasta más arriba de la cabeza. Una vez que llegues arriba, el cohete explota en una nube de humo, por lo tanto, espiras despacito por la boca separando tus brazos, llevándolos hacia abajo cada uno por su lado.
  5. El árbol que crece: Te vas a convertir en un gran árbol. Sube muy despacito tus brazos estirados hacia arriba, cada uno por su lado. Mientras subes, vas a inspirar y espirar muy despacito 3 veces. Imagina que con tus brazos estás creando la copa de un frondoso árbol. Una vez que llegues arriba, bajas los brazos por los lados, echando el aire por la boca.
  6. Vibrar con las vocales: Vamos a tomar aire por la nariz y al exhalar diremos a la vez la vocal “u”. Con esta vocal notarás la vibración en tu tripa. Ahora vamos con otra vocal, inspiras y al exhalar pronuncias la vocal “o”, esta vibración fortalece tu corazón. Continuamos con la vocal “a” que nos ayuda a limpiar los pulmones. Inspiramos y al echar el aire, seguimos con la vocal “e” que vibrará en tu garganta. Y, por último, al inspirar y al espirar la vocal “i” nos sentiremos mucho mejor, con la mente más fresca y despejada.