En un folio en blanco dibujamos dos relojes, que marquen el inicio y el final de la jornada escolar. En otro folio, dibujamos otros dos relojes, que marquen el inicio y el final de la jornada de tarde.

En cada folio, debemos poner cuáles son las emociones principales o que más se repitan.

Una vez realizado, se habla sobre esas emociones (enlazándolas al botiquín emocional).

Se hace una comparativa entre las emociones de la mañana y de la tarde. Tras esto analizamos cómo podríamos poder sacarle partido a todas.