En esta primera fase nos planteamos poner en práctica una dinámica en la que el alumno tomará conciencia de su estado anímico y tras ella expresara lo que siente.

En circulo, cerramos los ojos y nos centramos en la respiración.

Tras 10 segundos pensamos en cómo nos sentimos.

Uno de los alumnos toma un obillo de lana por uno de sus extremos, dice cómo se siente y lanza el obillo a uno de sus compañeros. El segundo, sujeta con su mano una fracción de la lana, dice como se siente y lanza el obillo a otro.

Así,cuando todos han expresado cómo se sienten, mostramos como todos hemos quedado entrelazados por una red de lana, que representan la «red de sentimientos» que cada día nos invaden y nos unen.

Tras reflexionar sobre ello, nos sentamos en círculo, meditamos durante un par de minutos.

Al final, pedimos que abracen a su compañero de al Lado durante 6 segundos al menos.