ATENCIÓN PLENA DESDE NUESTRA PERSPECTIVA
La atención plena o “Mindfulness” es la observación del aquí y del ahora, sin juzgar. Focalizar toda nuestra atención (poner todos nuestros sentidos, todo nuestro SER), en el momento presente.
No es en sí un programa de inteligencia emocional, aunque llega a convertirse en una forma de vivir, desarrollando de forma consciente o como consecuencia de este entrenamiento mental, todas y cada una de las fases de nuestro programa DIEM.
Este proceso se explica en cada una de las fases DIEM.
- Relación entre Mindfulness y DIEM
- Fase A: Nos ayuda a tomar conciencia del momento presente.
- Fase B: Nos enseña a parar y no reaccionar.
- Fase C: Permite soñar despiertos y conscientes de ellos (visualizar objetivos).
- Fase D: Cuidarnos (en los cuatro ámbitos: física, mental, emocional y espiritualmente).
- Fase E: En atención plena hay una máxima “No juzgar”. Así evitamos las interpretaciones y nos es más fácil empatizar.
- Fase F: Proporciona la estabilidad emocional que cualquier equipo quiere y desea para sus miembros.
- Beneficios en la persona que practica la atención plena sistemáticamente:
- Conciencia emocional
- Gestión emocional
- Control de IMPULSOS
- Saber parar, no reaccionar
- Aprender a no juzgar
- Mejora la ATENCIÓN
- Mejora la MEMORIA
- Mejora las RELACIONES
- MEJORA EL RENDIMIENTO
3. Propuesta de algunos juegos de atención plena para cada fase de la meditación:
- Atención a la Postura (Espejo, espejo de manos, posturas de equilibrio).
- Atención a la Respiración (dedo en la nariz sintiendo la temperatura del aire, manos en la barriga notando cómo se llena y vacía como un globo, soplar el bolígrafo para que se desplace despacio o fuerte, ¿Cuántos segundo puedo contar al inspirar?, ¿Cuántos segundos puedo contar al espirar?, ¿Cuántas inspiraciones realizo en 1 minuto, sin forzar?
- Sensaciones (Visualizar las sombras al tener los ojos cerrados; oler con los ojos cerrados diferentes cosas como romero, lavanda, hierba buena, incienso; saborear de forma profunda diferentes alimentos como pasas, gomitas, chocolatina, fruta; oír todo lo del exterior, interior de la clase, interior del cuerpo; sentir el tacto de lo que toco con las palmas de las manos, mi ropa al girar los hombros, la temperatura de mis pies…)
- Emociones (jugamos a adivinar emociones que expresamos con nuestro cuerpo; verbalizamos circunstancias en las que nos sentimos tristes, alegres, enfadados, avergonzados, atemorizados, asqueados; verbalizamos lo que sentimos en nuestro cuerpo cuando estamos nerviosos, enfadados, alegres…).
- Pensamientos (dinámica del 80 cumpleaños y luego dejamos un rato escuchando música motivadora para que reflejen sueños que les gustaría cumplir, atender de forma consciente a lo que vamos a realizar mañana.
Yo he iniciado en varias ocasiones de mi vida, todos estos procesos encaminados a conseguir las herramientas necesarias para lograr las conductas adecuadas para alcanzar mis prioridades en pro de un estado de bienestar físico, psíquico, social y espiritual… Pero, desde hace algún tiempo me falta algo fundamental, MOTIVACIÓN. Me apena pero no logro vencer esta apatía porque me siento como en un círculo vicioso para llegar a sentirme feliz, ¿para qué?, ¿por qué? Estoy cansada de luchar y no haber apenas conocido la felicidad con 51años…
A veces es necesario pedir ayuda profesional.
Otras, buscar esa espiritualidad que a veces se anhela.
Ánimo tienes media vida por delante