Un hecho es un suceso objetivo, que se puede verificar, y que no depende de la persona que lo está observando.
Sin embargo, con facilidad se suelen confundir los hechos con las interpretaciones personales. Estas interpretaciones traen consigo cierta distorsión, ya que es ese sujeto el que filtra un hecho de cualquier tipo, lo traduce a sus códigos de experiencia de vida (cómo creció, sus aprendizajes, cómo relaciona esto que sucede con hechos del pasado…), y de ahí hace una interpretación. Esta no es el hecho puro y neutral, sino que ya está aderezado de sus propias consideraciones, valores, creencias y opiniones: es justo en este punto donde aparecen los juicios.
PREGUNTAS A REFLEXIONAR TRAS EL VISIONADO:
– ¿Por qué se va la nevera de casa?
– ¿Realmente era un hecho real, el motivo por el que lo hizo?
– ¿Cómo pensáis que se sintió la nevera cuando hizo una interpretación errónea de la realidad?
– ¿Cómo podría haber evitado esta situación?
– En muchas ocasiones las personas sacamos conclusiones antes de tiempo sobre hechos que interpretamos sin estar seguros de la verdad ¿Podéis contar alguna situación en la que os haya ocurrido eso?
– No solamente hacemos interpretaciones que no son reales sobre hechos, sino a veces también sobre personas, haciendo juicios sobre las apariencias, palabras o actuaciones. ¿Alguna vez habéis juzgado a alguien y luego os habéis dado cuenta de que estabais equivocados?
– ¿Alguna vez os han juzgado a vosotros/as antes de tiempo?
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